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Ir al banco, lo primero para comprar casa

Miriam Calavia. La crisis ha alterado la forma de comprar viviendas. Si antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria incluso las entidades financieras ponían en bandeja la hipoteca, ahora no solo la situación ha cambiado sino que se ha complicado por la restricción del crédito y la coyuntura económica. Desde siempre el procedimiento de compra […]

Miriam Calavia.

La crisis ha alterado la forma de comprar viviendas. Si antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria incluso las entidades financieras ponían en bandeja la hipoteca, ahora no solo la situación ha cambiado sino que se ha complicado por la restricción del crédito y la coyuntura económica. Desde siempre el procedimiento de compra se iniciaba con la búsqueda del piso deseado y después se iba al banco para solicitar la financiación. Ahora, la realidad demuestra que se ha invertido el proceso y el primer paso necesario es acudir a la entidad con ahorros en el bolsillo. A partir de ahí, la suerte está echada.

Algunos indicadores económicos juegan en contra. Los datos más recientes presentan un panorama con más paro, menos renta disponible y subidas de los tipos de interés. A favor, los precios de los inmuebles siguen bajando y la oferta es muy amplia -el stock de viviendas ronda el millón de unidades-.

Fernando Encinar, jefe de estudios del portal inmobiliario idealista.com, asegura que “es el momento del comprador valiente” y cree que hay mitos que hay que romper. “Los precios no van a rebotar”, asegura. “Seguirán cayendo dos o tres años más y cuando toquen suelo, se quedarán arrastrándolo durante al menos una década”, sostiene.

1. Lo primero es asegurarse la hipoteca. Las entidades financieras evitan ahora cualquier riesgo hipotecario y miran con lupa la solvencia del cliente. Por ello, antes de todo es recomendable utilizar un simulador de hipotecas para orientarse en el tipo de préstamo que se puede obtener en función de los ingresos. Ningún banco presta si la cuota mensual supera el 30% de la renta. Una vez ante el banco o caja pueden ocurrir dos cosas: que se rechace el préstamo, con lo cual la aventura termina antes de empezar, o que se apruebe la operación. Para seguir adelante es importante saber la financiación máxima que otorga la entidad, ya que condicionará la búsqueda de la vivienda. La mayoría de las entidades concede el 80% del valor de tasación del inmueble que, en ocasiones, puede coincidir con el 100% del precio de compraventa. Si no es así, el comprador debe ser consciente de que tendrá que recurrir a sus ahorros.

2. Los expertos insisten en que sin ahorros previos la compra es prácticamente imposible. Hay que tener en cuenta que las entidades no financian los gastos que genera la adquisición de una vivienda (impuestos, notaría, escrituras) y que suponen alrededor del 10% del precio final. Además, si la financiación solo alcanza el 80% del valor del inmueble, es preciso contar con el 20% restante. El esfuerzo financiero del comprador puede alcanzar hasta el 30% del precio. Valentín Fernández, director de residencial de Foro Consultores, señala que el comprador tipo que necesita financiación bancaria deber “ver con qué fondos propios cuenta” para afrontar la compra. Es conveniente “tener un colchón económico para posibles reformas y muebles”, aclara.

3. La coyuntura económica actual requiere que el comprador preste especial atención a su situación económica y laboral. Desde Foro Consultores aconsejan plantearse posibles escenarios futuros y valorar la seguridad laboral. “Si la empresa en la que se trabaja no es estable a corto-medio plazo o está despidiendo a gente, es mejor ser prudente y no embarcarse en la compra de una vivienda”, señalan. Con ayuda de una calculadora de hipotecas es posible saber qué cuotas mensuales aproximadas se pagarán con varios escenarios de tipos de interés. Hay que estar seguro de poder afrontar los pagos en caso de que el euríbor suba.

4. Cuando ya se sabe el dinero disponible, es momento de iniciar la búsqueda de la vivienda en función de las posibilidades y de las necesidades. Existe la opción de elegir un inmueble en manos de las entidades, que solo en estos casos ofrecen condiciones preferentes de financiación y más flexibilidad. Fernández explica que una vez asegurada la hipoteca por parte del banco, “se sabe la horquilla de precios en la que uno se puede mover a la hora de seleccionar la zona y las características de la vivienda”. No obstante, en opinión de Encinar es un buen momento para ampliar la búsqueda de viviendas con un precio por encima del presupuesto disponible porque “estamos en una época de negociaciones generalizadas”. Asegura que “cada vez más vendedores bajan los precios porque el que no negocia no vende y algunos llegan a límites que nunca pensaron”. Insiste en que cuando un comprador vea la casa que le gusta tiene que ser “valiente y hacer una oferta”. Asimismo, considera que es momento de nuevo de comprar a través de una agencia inmobiliaria porque “saben negociar mejor el precio”. Explica que antes las agencias inmobiliarias sumaban su comisión al precio de compraventa, pero ahora es el comprador el que fija el precio máximo que está dispuesto a pagar por toda la operación y las agencias “negocian para que el vendedor acepte ese precio”.

5. El jefe de estudios de idealista.com recomienda comprar una casa pensando más en el futuro que en las necesidades actuales. Argumenta que antes de la crisis se adquiría una vivienda y gracias a la revalorización de los inmuebles era más fácil venderla y recuperar la inversión en caso de querer cambiarse a una casa más grande. Pero ahora, “vender es más difícil y en muchos casos se vende por un precio mucho más barato que por el que se compró”, aclara. Encinar considera que es un buen momento para explorar el mercado y hacerse con una casa mejor y más grande que hace un año. “La oferta es muy amplia por el elevado stock y existe una demanda muy fuerte y muy pujante”, asevera.